Igual has leído por ahí eso de «ir a hombros de gigantes» sin saber muy bien lo que quiere decir.
Es posible que la metáfora se remonte al siglo XII, aunque Umberto Eco decía que se remonta a Prisciano (siglo VI).
A su vez, la metáfora se basaría en el mito del gigante Orión, que estaba ciego y montó a sus hombros a Cedalión para que lo guiase hasta curar su ceguera.
La cuestión, ¿qué significa la metáfora?
Citando Wikipedia: «Usar el entendimiento adquirido por los principales pensadores que han venido antes para hacer un progreso intelectual».
Como decía Newton: «Si he visto más lejos, es poniéndome sobre los hombros de Gigantes».
Aristóteles se basó en lo que aprendió de su maestro Platón, y Platón, de lo que aprendió de Sócrates, etc.
Si Aristóteles hubiera tenido que aprender a filosofar de cero, no habría llegado tan lejos: los que habían venido antes ya le habían allanado gran parte del camino.
Es algo así como que la ciencia y el conocimiento a través del tiempo es una carrera de relevos.
El teléfono que tienes en la mesa o en la mano es más potente que el ordenador que llevó al hombre a la Luna.
Esto no es porque el hombre del siglo XXI sea más inteligente que el del siglo XX, sino porque simplemente en el siglo XXI continuamos a partir de lo que nos dejaron en el siglo XX.
Y así hasta la invención de la rueda o chocar piedras para hacer fuego.
Yo a Bernardo, mi profesor de Latín, le debo muchísimo de lo que yo sé hoy de latín: él fue mi gigante, a cuyos hombros he creado mi curso de latín desde cero.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Permite que yo sea tu gigante ahora.