Lo del minimalismo es algo de lo que se ha empezado a hablar mucho en los últimos años, pero es más viejo que nuestra era.
El propio Diógenes era extremadamente minimalista, según aquella historia de que se deshizo de su cuenco cuando se dio cuenta de que podía beber con la mano.
Y también el gran Alejandro Magno podríamos decir que era minimalista.
Es probable que te suene lo del nudo gordiano.
En resumen, existía la leyenda de que quien fuera capaz de deshacer el intrincadísimo nudo gordiano se haría con el poder de Oriente.
Cuando Alejandro llegó a Frigia, se plantó ante el nudo, lo contempló y le dio un tajo con la espada. Entonces se supone que dijo:
Es lo mismo cortarlo que desatarlo.
(De aquí luego se sacó Fernando el Católico lo de Monta tanto).
O sea, que no hace falta rayarse, no hace falta obsesionarse con desatar el nudo si uno puede desatarlo de una forma más sencilla.
Esto podemos considerarlo como un ejemplo de pensamiento lateral o, como dicen los anglosajones, pensar fuera de la caja.
Pero también me gusta verlo como un ejemplo de minimalismo: es una especie de navaja de Ockham.
En cuanto a mí, tuve una época extremadamente minimalista, que coincidió con mis ires y venires a Polonia, en lo material.
Ahora soy menos minimalista materialmente, pero sigo siéndolo.
En lo que estoy aumentando mi nivel de minimalismo es en lo digital: cada vez miro menos las redes sociales (hasta he borrado las aplicaciones de mi teléfono), apenas consulto las noticias (demasiada negatividad, demasiado ruido… y, si algo es realmente importante, seguro que te vas a acabar enterando), cada vez intento hacer más con menos programas, apps, servicios…
Y a mi negocio, que afortunadamente es 99 % digital, también voy inyectándole minimalismo:
- unificación de mis listas de correo previas a esta que estás leyendo ahora mismo
- nada de secuencias de correo de la muerte según filtros si alguien ha hecho clic en este enlace o le pone cebolla o no a la tortilla de patatas
- en delcastellano.com voy repasando contenidos: si algo que publiqué en el pasado no está a la altura, lo modifico para que lo esté; si no tiene remedio, va fuera
- los mecenazgos, también de delcastellano.com, me suponían demasiado ruido, estrés y compromiso por un puñado de euros: cerrados indefinidamente
- congelé EspañolPlus.com: se puede seguir accediendo a los contenidos publicados y uno puede seguir apuntándose, pero de momento no tengo contemplado publicar nuevos materiales de español avanzado
Y, por supuesto, el minimalismo más importante, que ya voy implementando, es el relativo a AcademiaLatin.com:
- por el momento no tengo pensado comenzar nuevos cursos, solo seguir ampliando y mejorando —potencialmente ad infinitum— los de latín y griego
- incluso estoy pensando para más pronto que tarde jubilar algunos de los cursos publicados con los que, por una u otra razón, no me siento identificado o lo que sea: el de sintaxis inicial, el de lingüística general… (importante: la jubilación solo afecta para el futuro, no para los que ya los tengan)
Quiero concentrarme en los materiales de latín y griego, porque son los que más me gustan y los que quiere como el 90 % de la gente que se apunta a AcademiaLatin.com.
Cada uno de esos cursos tiene ya cientos, si no miles, de horas de contenidos. ¡Y más que habrá prácticamente cada semana!
Porque el aprendizaje nunca termina, tampoco para mí.
Espero que tampoco para ti.
¡Un saludo!
Paco
P. S. La enseñanza tampoco termina nunca.