Lo de trolear a la gente haciendo mención al físico es más antiguo que el tebeo.
Sin ser yo famoso ni nada de eso, y como hemos visto en los correos anteriores, no son inauditos ni inéditos los comentarios que hacen referencia a mi alopecia.
Pelo quizá no mucho, pero habilidad para que todo eso no me importe lo más mínimo sí que tengo bastante.
Sin embargo, no todo el mundo es así.
El otro día mi madre, mi hermana y yo nos estábamos comiendo un helado y estábamos hablando de mis cosas.
Salió el tema de lo trol (eufemismo del macho de la cabra) que es la gente.
Les conté eso mismo: que el insulto más frecuente, con diferencia, que recibo es la alusión a mi escasez de pelo.
Normalmente de forma burda.
A veces de forma creativa.
Un día uno me preguntó: ¿Cómo se dice «peluca» en latín?
Hay que reconocerle la gracia.
Y mi hermana, profesora de secundaria, y mi madre, exmaestra de primaria, me dijeron que no saben cómo aguanto esas cosas, ni saben cómo los youtubers, influentes y en general gentes de internet las aguantan.
Bueno.
Como decía, esto es muy antiguo. Tenemos, por ejemplo, el famoso soneto de Quevedo a su archienemigo Góngora:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado;
[…]
Ahí vemos, gracias a la rima, que v y b sonaban exactamente igual en época de Quevedo.
Y como hace no mucho he recomendado ya contenidos respecto al betacismo, en esta ocasión recomiendo este artículo de cómo la rima y las faltas de ortografía son buenas para el filólogo.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Se dice capillamentum o caliendrum o galericulum.