La gente suele pensar que la Ilíada cuenta la guerra de Troya.
Es un error frecuente.
La Ilíada narra la cólera de Aquiles y, entre medio, cuatro cosas más.
De hecho, la Ilíada se limita a unos cuantos días del final de la guerra, que duró 10 añazos.
Antes de todo eso, llegó, como aliada de los troyanos, la amazona Pentesilea, que era hija de Ares.
Amazona e hija del dios de la guerra, causó, junto a su contingente de otras amazonas, una considerable carnicería entre los griegos.
Hasta que Aquiles llegó, la vio y la derrotó: en cinco minutos ya le había reventado el pecho de un lanzazo.
Mientras la amazona se derrumbaba, se le cayó el casco. Aquiles, viendo su hermoso rostro, se enamoró de ella.
Un poco tarde, claro.
Bueno.
Incluso para Aquiles, el más formidable de los héroes, el amor estaba donde menos lo esperaba. Lamentablemente, se dio cuenta demasiado tarde.
No todo ha de ser tan trágico en la vida. A mucha gente le da miedo, o reparo, o pereza, o cosa, o X, el latín, o el griego.
Pero, igual que me pasó a mí con las lentejas con chorizo, a menudo quien prueba descubre algo maravilloso y se pregunta cómo podía haber estado viviendo sin eso.
¡No dejes que te pase como a Aquiles y sea demasiado tarde para descubrirlo!
¡Un saludo!
Paco
P. S. El griego Tersites se rio del espectáculo y Aquiles, a su vez, le reventó la cabeza de un puñetazo.