A estas alturas, ya deberías saber que los boletines, newsletters o como los quieras llamar siempre tienen una finalidad muy clara: venderte.
Por tanto, una vez que uno compra lo que sea que el boletín venda, ya deja de tener sentido seguir apuntado al boletín, ¿no?
Pues no.
Hay gente que me ha comprado todo lo que tengo para vender. O sea, que ya no puedo venderles nada más y ellos no pueden comprarme más nada.
Y, sin embargo, siguen apuntados al boletín, abriendo y leyendo (y ocasionalmente respondiendo) los correos que envío.
Claro, si yo enviara correos aburridos como los que me envían a mí el vendedor de filtros para mi jarra de agua o una tienda en la que compré un paquete de lentillas hace diez años, y si yo ya no necesitara más filtros ni lentillas, pues simplemente me borraría.
Lo que pasa es que a mucha gente simplemente le gusta leer mis correos, a pesar de que la finalidad última de la mayoría de ellos sea que saquen la tarjeta.
Luego está la gente que no ha comprado nada ni tiene intención de hacerlo. Aun así, también abren y leen mis correos, a sabiendas de que abajo hay un enlace al cepillo.
Bastantes respuestas que recibo a mis correos son para decirme precisamente eso: que mis correos les entretienen, les hacen reír, les enseñan… o cualquier otra emoción o resultado que a cada uno causen.
¡Me alegro!
Si eres de los primeros, te doy las gracias y te animo a que sigas aprendiendo y disfrutando con los contenidos. Aunque ya has acabado de pagar, da igual cuando leas esto: aún te quedan muchos contenidos por consumir.
Si eres de los segundos, siempre puedes pasarte al grupo de los primeros. Tengo dos webs donde vendo cursos: AcademiaLatin.com y EspañolPlus.com.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Este correo sería una oportunidad perfecta para venderte un curso de escritura, copywriting o algo de eso. Por desgracia, no tengo ninguno. (Todo se andará).