En el módulo sobre los tiempos de subjuntivo de mi curso de latín traducimos una fábula de dos burros: uno doméstico y uno salvaje.
Parafraseo.
Un día el burro salvaje se acerca a hablar con el doméstico: «¡Qué bien vives! Tu amo te da comida sin que la tengas que estar buscando y duermes bajo techo. ¡Ojalá yo tuviera tanta suerte como tú!».
Otro día, el burro salvaje observa la dura rutina del burro doméstico y la de vergazos y palos que recibe, y dice: «¡Qué mal vives! Tanto sufrimiento por un poco de comida y dormir apenas unas horas en una apestosa cuadra».
Bueno.
Si has leído, visto o escuchado algo de finanzas personales (o en series y películas), es posible que te suene el concepto de «carrera de la rata» (rat race).
Este boletín no va de esto, así que simplemente imagínate a un hámster en su rueda corriendo y corriendo sin parar para no llegar a ningún sitio.
Todo esto suele ser parte de la baza de muchas películas y series del corpo world (se me viene a la cabeza El club de la lucha).
Por supuesto que uno no quiere dedicar su vida a la carrera de la rata, porque, incluso si consigues ganarla, al final sigues siendo una rata.
Por esta y/u otra razón, algunos nos embarcamos en el emprendimiento o la palabra o expresión que esté de moda cada año. (En el momento de escribir esto todavía se vende eso de ser tu propio jefe).
Y aquí es superfácil caer en la trampa de la noria del mulo (este nombre, hasta donde yo sé, me lo acabo de inventar yo), porque el jefe más tirano probablemente es uno mismo.
Tanto es así que no miento ni exagero cuando digo que desde 2016 (cuando empecé mis andaduras interneteras en serio) hasta diciembre de 2021 no he tenido vacaciones.
Loquísima como suena tal declaración, es la verdad.
Por supuesto que cuando me voy unos días por ahí me tengo que llevar el portátil por lo que pueda pasar.
Desde luego que siempre hay un correíto o un boletincito o un articulito que escribir.
Faltaría más: cuando no estoy creando contenidos de una u otra forma en uno u otro formato, siempre tengo formación, cursos, bibliografía que consumir.
Y sobra decir que dentro de las cuatro paredes no hay diferencia alguna entre lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo.
Sarna con gusto no pica (hasta que sí pica o, peor aún, te vuelves adicto a la sarna).
Creo que es duro darse cuenta de que te has vuelto un yonqui del trabajo y la productividad.
Es duro darse cuenta de que, tras la jornada, el rato hasta la hora de cenar lo tienes que llenar con una cosita más (porque siempre hay alguna cosita que se puede ir adelantando).
Tras casi cinco años de produfrenesí, en diciembre de 2021 he pasado varios días de cuasivacaciones (porque sí, algún correíto importante o urgente sí he tenido que responder).
Durante varios días he estado rascándome la barriga, paseándome por ahí y jugando videojuegos (Shadow Tactics y Desperados 3, concretamente).
Y… sí, algunas veces me venía el sentimiento de culpa de llevar más de 24 horas sin trabajar.
Probablemente más de uno me recomendaría ayuda profesional.
Seguiré trabajando (¡ja!) en el tema.
En fin.
De los muchos años que llevo metido en internet, tanto profesional como aficionadamente, he recopilado muchas experiencias y reflexiones, penas y alegrías, tribulaciones y felicidades.
De todo eso también quiero hablar. Si te interesa por alguna razón, mira aquí.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Formato audio y formato texto, para que puedas elegir el que más te convenga.