En la batalla del lago Trasimeno, Aníbal Barca aplastó a más de la mitad del ejército romano que se le había opuesto en junio del 217 a. C.
Más o menos un año más tarde, en la batalla de Cannas, el ejército cartaginés aniquiló a entre 50 000 y 70 000 soldados romanos, quizá el 75 % del total de aquel ejército romano.
En aquel momento, Maharbal, el comandante de la caballería númida, instó a Aníbal a aprovechar las circunstancias: Roma a unos pocos días de distancia, desprotegida, sería fácil de capturar y mantener por la veloz caballería númida mientras el resto del ejército cartaginés marchaba para tomar posesión definitiva.
Aníbal dijo que no. (Tito Livio diría que esto fue la salvación de Roma).
Por supuesto, Maharbal no pudo sino obedecer al general, pero se permitió dar su opinión, en lo que es una de las mayores frases lapidarias de tantas que nos brindan los historiadores-cuentistas romanos:
Non omnia nimirum eidem di dedere: vincere scis, Hannibal; victoria uti nescis.
O sea:
Sin duda, los dioses no dan todas las cualidades a una misma persona: sabes vencer, Aníbal, pero no sabes usar la victoria.
El sabio refranero español dice que nunca llueve a gusto de todos.
Los memes motivacionales de las redes sociales dicen que el camino más rápido al fracaso es intentar contentar a todos.
Cuando, hace unos correos, envié aquel en el que contaba que me había comprado una máquina de palomitas, varias personas comentaron que ese tipo de contenido, si bien bastante ajeno a los temas que suelo tratar, daba frescura y espontaneidad: que no todo tiene que ser filologuismo y que les agrada de vez en cuando un poco de contenido más personal.
Por supuesto, otras personas se quejaron de que si el boletín ahora es la teletienda, que qué les importan a ellos mis palomitas con mantequilla, etc.
Ojo, las dos posturas, y cualesquiera que pueda haber de por medio, son perfectamente válidas y respetables.
Para aquellos a quienes gustó: ocasionalmente publicaré más cosas de ese tipo, sin abusar.
Para aquellos a quienes no gustó: ocasionalmente publicaré más cosas de ese tipo, sin abusar. Si supone un agravio demasiado grande, como siempre, debajo de cada correo está el botón para desuscribirse con un solo clic. (No hace falta escribirme avisándome).
Que envíe un correo diario (más o menos) no quiere decir que haya que abrirlos absolutamente todos ni que haya que leerlos de cabo a rabo.
Este correo no pretende ser una pataleta (vale, un poco sí lo es): es solo un recordatorio de que cada una de las personas apuntadas al boletín es dueña de su bandeja de entrada para abrir y leer cuanto quiera y desuscribirse cuando quiera.
¡Un saludo!
Paco
P. S. No todo lo que publico en todos sitios lo envío por el boletín (o no al menos de forma inmediata). Si aún no lo has hecho, puedes suscribirte a mi canal de YouTube para estar al día de todo lo que subo ahí, principalmente filologueo, pero ocasionalmente algo más personal.
P. P. S. Tampoco quiero que se entienda que no estoy abierto al feedback, pero, mientras reciba más positivo sobre lo que hago que negativo, seguiré haciendo caso a mi intuición. Como digo, es muy difícil contentar, día tras día, a varios miles de personas que reciben el boletín.