Cuando empecé a estudiar francés con 12 o 13 años, me sorprendió que algo tan básico como en el español -ar, -er, -ir fuera bastante más complejo en este otro idioma.
Supuestamente, en francés también hay tres conjugaciones, pero luego una de ellas tiene tres subtipos, por lo que es una clasificación un tanto fullera.
Años más tarde, empecé a estudiar italiano y me chocó inicialmente que en la segunda conjugación (en -ere) hubiera verbos como avére pero también como véndere (acentos meramente ilustrativos).
Entonces yo ya era más o menos filólogo, por lo que deduje fácilmente que esta doble acentuación del italiano era heredada del latín.
Volviendo al francés, los equivalentes serían avoir y vendre.
Claro, ya he destripado parte del misterio…
Aun así, queda todavía por despejar. Ahí te dejo un nuevo reto lingüístico.
¡Un saludo!
Paco
P. S. También planteo en el reto qué es lo que pasa con los correspondientes infinitivos españoles.