Hoy no voy a hablar de mi curso de latín, pero en la segunda clase de mi curso de latín hablo del vocativo.
El vocativo es el caso que se usaba para apelar a una segunda persona. Por ejemplo, diríamos:
Cocam-Colam velim, camarere.
No diríamos camarerus, porque eso sería el sujeto. Estamos llamando al camarero, así que usamos la otra forma, la del vocativo.
Bueno, pues en cualquier lengua que se precie el vocativo se separa del resto de la oración entre comas.
Te sonará la famosa frase de Cicerón:
¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?
Ahí tenemos otro vocativo.
No hace falta irse a los discursos de Cicerón para hablar de vocativos.
La mayoría de las veces que escribes un correo electrónico, o si aún escribes cartas, usas vocativos.
Y los vocativos se separan con comas. ¡No lo olvides, camarada!
Tengo un artículo en el que hablo de los vocativos.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Lógicamente el sustantivo no es camarerus, camareri, pero es que los romanos tampoco tenían Coca-Cola.