Yo estoy absolutamente convencido de que la Odisea es, entre muchas otras cosas, una alegoría de la crisis de los 40.
Para ponernos en contexto, según Wikipedia son frecuentes:
- una profunda sensación de remordimiento por no haber alcanzado objetivos
- el temor a la humillación entre iguales más exitosos
- el anhelo de sensación de juventud
- la necesidad de pasar más tiempo solo o con determinados iguales
- una sensación acentuada acerca de su sexualidad o falta de ella
- hastío, confusión, resentimiento o ira a causa del descontento respecto a su situación conyugal, laboral, económica, de salud o de estatus social
- el deseo de corregir los errores que se han cometido en etapas previas de la vida
En la flor de la vida Odiseo se vio literalmente forzado a acudir a la guerra de Troya. Para ello tuvo que abandonar su trono, a su hermosa mujer y a su hijo recién nacido.
Se va a la guerra y allí echa un porrón de años preñados de penalidades.
Para más inri, tras finalmente tomar Troya gracias precisamente a su estratagema del caballo, lo peor estaba a punto de comenzar: el regreso a casa.
Por el camino se le mueren absolutamente todos los compañeros con los que ha pasado veinte añazos, unas veces por culpa de ellos y otras por culpa de él.
Va de aquí para allá sin rumbo, casi se lo come el cíclope Polifemo, lo seducen-secuestran las hechiceras Circe y Calipso…
Tras echar entre pitos y flautas más de veinte años, la flor de la juventud, fuera de casa por culpa de una guerra que al final ni le iba ni venía, tras dar más vueltas que un tiovivo por el Mediterráneo…
… toda esta es la odisea que Odiseo ha de padecer para llegar a encontrarse a sí mismo, y esto solo gracias a la ayuda de la todopoderosa Palas Atenea.
En pocas cosas en la vida el camino es fácil y lineal.
En los mundos de internet se habla de «la montaña rusa del emprendedor», que es un poco cursi pero no por ello menos cierto: unos proyectos salen bien y te montas en la cresta de la ola y otros proyectos pueden acabar en mal puerto o simple y llanamente no prosperar.
A finales de 2021 me dio por pensar en LINGUOFILOS.com: una comunidad para reunir, debatir y compartir sobre cosa de filolocos.
Bien estuvo mientras duró, y de ahí salieron interesantes conexiones y comentarios.
Yo sabía desde el principio que la tarea no era fácil: todos estamos demasiado ocupados y está complicado sacar tiempo (y la tarjeta) para ponerse a debatir sobre las oraciones completivas de participio.
Aun así, 55 valientes se embarcaron, y a todos ellos les agradeceré la confianza y el tiempo en función de su participación más o menos activa.
La cosa…
Lamentablemente, todavía en el siglo XXI hay personas que viven auténticas odiseas solo por buscar una vida mejor.
No me voy a poner sensiblero, que seguro que ya sabes que eso es así.
De lo que ha sobrado de los ingresos – gastos de la singladura linguófila he donado 150 € a Open Arms, que «protege[n] las vidas de las personas abandonadas en aguas internacionales que huyen de conflictos bélicos, persecución o pobreza y colabora[n] en tierra firme con equipos sanitarios, y de investigación en primera línea para afrontar emergencias sanitarias o de cualquier otro tipo que precisen respuesta inmediata».
Quizá tú también quieras aportar algo.
¡Un saludo!
Paco
P. S. A estas alturas de boletín me imagino que no hace falta, pero por si acaso: ni yo pertenezco a esta ONG ni mucho menos me llevo ninguna recompensa ni nada parecido por este correo.