Igual que las películas de la Odisea o Troya no son totalmente fieles a los relatos homéricos —pero muestran lo esencial del ciclo troyano—, del mismo modo que la película de Hércules de Disney mezcla y remezcla e inventa y reinventa —pero aun así es fantástica—, así la serie Vikings (Vikingos, para quien no sepa inglés) muestra buena parte de la historia-leyenda de Ragnar Lothbrok y su ¿hermano? Rollo.
Hace poco mencionamos a Guillermo el Conquistador y su conquista de Inglaterra en la batalla de Hastings: cuando los franceses conquistaron Inglaterra.
Realmente, estos franceses era normandos: hombres del norte, literalmente. O sea, estaban ya afrancesados, pero eran de origen vikingo. No en vano, Guillermo era el tataratatara…nieto de Rollón el Caminante (el Rollo de la serie).
Rollón se hace con Normandía (al norte de Francia) por medio de la diplomacia. Todo eso aparece en la tercera temporada de Vikings.
¿Qué tiene que ver todo esto con la lingüística?
Mucho: no hay filología sin historia.
Rollón y Guillermo determinarían el futuro de Francia, de Inglaterra, de la relación entre ellos y, por ende, de prácticamente todo el mundo occidental.
En el apartado lingüístico, esto se refleja en que el inglés tenga tantísimas palabras de origen latino (a través del normando/francés).
Palabras como cattle ‘ganado’ pueden parecer muy inglesas, pero es puritito latín: CAPITALE > normando catel > inglés cattle.
Sin embargo, también de CAPITALE tenemos el inglés chattel ‘bienes, enseres’.
Debería llamarnos la atención que cattle sea con c, pero chattel, con ch.
Por supuesto, todo esto y más lo explico y lo uso para retar tu pensamiento de lingüista.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Como (casi) siempre, se complementa por escrito.