Todos los días recibo respuestas a los boletines, y las agradezco mucho.
Algunas son para insultarme física y/o intelectualmente, pero la mayoría son mensajes de agradecimiento, casi siempre acompañados de alguna pequeña historia o anécdota al hilo del mensaje original.
¡Muchas gracias!
Ya digo en el primer mensaje, cuando uno confirma su suscripción al boletín, que me resulta simple y llanamente imposible ponerme a responder a todos los correos.
Pero que leerlos, los leo todos.
Y no es solo cuestión de leer palabra tras palabra y luego archivar el mensaje. Si me tomo el tiempo en leer lo que la gente me escribe es para recabar información y feedback (lo de retroalimentación me resulta demasiado cursi e inquietantemente escatológico) de la gente que está apuntada al boletín.
A la gente que está apuntada a un boletín de lenguas le gustan las lenguas, y, como yo vendo cosas de lenguas, si hago cosas de lenguas según los intereses que me manifiestan las personas a las que les gustan las lenguas, es más probable que venda cosas de lenguas a esa gente a la que le interesan las lenguas.
Con vuestros comentarios me inspiro y saco más ideas.
Por ello…
¡Gracias!
¡Un saludo!
Paco
P. S. En este correo no hay enlace. Simplemente, ¡gracias!