Si una cosa tengo bien clara es que un bocadillo necesita un pan por arriba, otro por debajo y luego la enjundia entre los dos.
Entonces, yo al menos no reconozco lo primerito que dice el DLE en la entrada de «bocadillo»: «Pieza de pan abierta, o conjunto de dos […]».
Si es un solo pan con cosas en lo alto, para mí no es un bocadillo: llámalo X, pero no bocadillo.
Por eso me hacía cierta gracia cuando mis polacos decían en clase que para cenar comían bocadillos (en plural), porque me imaginaba a Carpanta con una pila de bocadillos de chorizo o algo.
Y mi mujer frecuentemente sigue trayéndome todo eso a la cabeza cuando se prepara un «bocadillo» con un único trozo de pan.
La cosa es que es, al fin y al cabo, cuestión de semántica.
Cuestión de semántica es también lo que me preguntaba el otro día alguien que se interesaba por mi curso de latín.
(Y yo desde el minuto uno sabía que esa persona jamás aprenderá latín).
Me preguntaba que cuánto tiempo tardaría en «dominar el latín».
Claro, el verbo «dominar» es un verbo demasiado poderoso para usarlo de forma tan temeraria.
Tal y como yo lo entiendo, con suerte uno puede dominar su(s) lengua(s) nativa(s) y poco más.
Yo hablo, escucho, escribo y leo inglés bastante fluido, pero nunca diría que lo domino.
Entonces, ni mucho menos se me ocurriría decir que yo mismo domino el latín… ¡Como para hacer que otra persona lo domine!
¿Qué le respondí a esa persona?
Que dependía mucho de lo que él entendiera por «dominar», pero que en ningún caso serían menos de varios años.
Claro, con tantos anuncios para dominar el inglés en X meses…, la gente va por ahí confundida con las expectativas.
Ya me habrás leído varias veces que quien emprende el viaje tiene que estar dispuesto a disfrutar del propio camino.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Esa persona ni se apuntó al curso de latín ni tan siquiera respondió a mi respuesta, tal y como yo supe desde que le leí usar el verbo «dominar».