Es probable que no sepas que el 11 de noviembre es Single’s Day, o sea, el día del soltero, porque es 11 del 11 y todos esos unos representan la soltería.
(Incluso si no sabes que el 11/11 es ese día, es posible reconocerlo fácilmente por la cantidad de publicidad inverosímilmente ridícula en redes sociales).
Hay gente para quien ser single es una elección y gente para la que es una obligación (entonces no eres single, sino solterón).
Hablando de singles, durante mi Erasmus en Tesalónica había algo que me gustaba mucho, y no hablo del tema orgasmus.
Casi por casualidad acabé alojado en uno de los apartamentos de Dimitrios. Dimitrios es un visionario que tiene bajo control varios apartamentos repartidos en dos edificios muy próximos entre sí. Los apartamentos los alquila por habitaciones solo a estudiantes Erasmus.
Al contrario que tantos otros, Dimitrios no se limita a coger el dinero y darte las llaves y ya nos vemos dentro de nueve meses.
Este visionario griego, además de los apartamentos, tiene un pequeño local a disposición de sus inquilinos para que se junten allí a hacer fiestas.
Esto era beneficioso para ambas partes: a Dimitrios no le destrozábamos los apartamentos ni le dábamos problemas con los vecinos a causa de fiestas clandestinas, y nosotros teníamos un sitio en el que reunirnos con nuestros conmilitones para hacer cosas de Erasmus.
En este local, el basement, había un proyector. Solo hacía falta un ordenador al que conectarlo para montar un karaoke.
A mí me ENCANTABA el karaoke, incluso sin estar borracho de Spartans: nada ayudaba más a confraternizar que cantar Barbie Girl o The Winner Takes It All junto a 10 o 20 Erasmus procedentes de toda Europa.
Me seco la lagrimita y sigo.
Igual que echo de menos hablar de las oraciones completivas de participio con la tostada y el café durante los descansos de la universidad, echo de menos los karaokes con mis malakes tesalonicenses.
Si tú te sientes de forma parecida con temas filológicos —te encanta pero no tienes con quién—, igual en LINGUOFILOS.com tienes la solución.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Podríamos decir que, en el tema karaoke, soy single por obligación; en el tema filológico, el que lo es es porque quiere.