En jerga internetera y memera, lo de las palomitas suele usarse, de forma más o menos metafórica, para decir que nos disponemos a observar —y disfrutar— una disputa ajena.
A veces se usa directamente este gif y ya se sabe lo que quiere decir:

Sin embargo, yo no hablo metafóricamente cuando digo que me he comprado una máquina de hacer palomitas: realmente me he comprado una máquina cuya única función es la de hacer palomitas.
Las personas tenemos nuestras épocas, nuestros ciclos, y en mi época más estrictamente minimalista yo habría sido el primero en calificarlo de gasto superfluo, innecesario.
¿Es que uno no puede hacer palomitas en una sartén con una tapa?
Desde luego que sí.
Sin embargo, el palomitero (¿o la palomitera?) me permite hacer palomitas en 5 minutos y 30 segundos de cronómetro, no se queman las más precoces, y apenas hay unos pocos granos remolones que no se abren. Además, me permite poner mantequilla (y sal), que va derritiéndose poco a poco y entremezclándose y adhiriéndose.
Al final me quedan palomitas literalmente de cine, sin toda la basura añadida y sin pagar el 1000 % de su precio.
Una inversión inicial de poco más de 30 euros me permite tener, más o menos una vez a la semana, una sesión cinematográfica por un coste y esfuerzo recurrente ridículo.
Podría hacer las palomitas en la sartén y haberme ahorrado los 30 y pico euros de la máquina, pero se quemarían algunas, bastantes otras no llegarían a abrirse, y la sal no se pegaría a las palomitas (por no hablar de que no podría usar mantequilla).
Podría comprar palomitas de esas de microondas, pero —aparte de que para ello necesitaría un microondas que por lo demás no usaría— cada vez que hiciera palomitas el costo sería mayor y además me estaría metiendo por el cuerpo no sé cuántos aditivos innecesarios.
Uno podría bajarse gratis la gramática latina de Nebrija (esto lo he leído con mis propios ojos en Facebook) o comprarse cualquier otro manual de latín por 10 o 20 euros.
Uno podría ponerse a rebuscar materiales gratis en Google y/o en YouTube. (Lo más probable es que llegara a mis propios textos y vídeos).
Entre tantas otras veces que me preguntan en los comentarios de YouTube por la diferencia entre ver los vídeos en YouTube y pagar por el curso de latín desde cero, la persona siguió insistiendo:
—¿Pero es posible hacer solo los vídeos gratis de YouTube sin hacer las prácticas?
—Sería como hacer el examen teórico del carné de conducir sin intención de presentarse al práctico: posible, pero inútil.
Las primeras veces que hice palomitas en casa fue con una sartén y una tapa. Muchas no se abrían y otras se quemaban, y quedaban sosas y tenía que estar añadiendo sal a medida que iba comiendo. De mantequilla, nada.
Me di cuenta de que yo quería disfrutar de palomitas bien hechas, por lo que decidí invertir en un palomitero y ahora mis palomitas no se queman, se abren en su mayoría y les añado mantequilla y sal, de modo que quedan perfectas y razonablemente sanas.
Está bien experimentar empezando por lo gratis, pero al final siempre acaba llegando el momento de dar el salto.
Por eso, el primer módulo completo de mi curso de latín desde cero es gratis. Luego hay que pasar por caja, eso sí.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Me dio por ahí y publiqué el que es, probablemente, el vídeo más raro de mi canal de YouTube. Va de palomitas. Lo tienes aquí.