En español, «mucho» y «muy» provienen ambos del latín MULTUM.
En muchas lenguas romances, «mucho» y «muy» tienen un solo equivalente, como el italiano molto.
Cualquier hispanohablante sabe cuándo se usa «mucho» y cuándo se usa «muy». Sin embargo, hay un contexto bastante específico en el que algunos países difieren del resto.
Tengo testimonios de primera mano (comentarios de YouTube):
En el caso del español de Chile, he oído siempre decir a las respuestas aquellas como: “muy”… ¿Te pareció interesante? ¡Muy! (“¡Muy, sí!”, por ejemplo)
Acá en Argentina a la pregunta: are you happy? Respondemos «muy» y no «mucho». Debe ser una característica de nuestro castellano.
Según el DLE, esto también se da en Uruguay.
Los demás hispanohablantes, en esta situación, no responderíamos «muy», sino «mucho».
Pensándolo un poco, lo que tiene sentido es responder, efectivamente, «muy»: ¿Te pareció interesante? (Sí), muy (interesante).
Y, sin embargo, hay una razón lingüística que justifica el uso más extendido de «mucho».
Para ello, primero hay que entender la doble evolución, y sus causas, del latín MULTUM al español «mucho» y «muy».
Todo esto lo explico aquí.
¡Un saludo!
Paco
P. S. ¡No te vayas a perder el vídeo!