El otro día me escribió un suscriptor algo desconcertado por un correo que había recibido.
La causa del desconcierto fue que yo avisaba de un cambio de precios, pero que ese cambio de precio a él no le afectaba porque ya había comprado, y que entonces por qué él recibía ese correo.
Objetivamente tiene toda la razón y no puedo más que justificarme.
Entre los guruses del marketing me tirarían de las orejas por no segmentar mi lista, es decir, que todos los apuntados del boletín reciben todos los correos independientemente de si han comprado cosas o no.
La teoría dice que si alguien me compra, por ejemplo, el curso de latín, yo debería marcar al usuario y en adelante no enviarle correos para que compre el curso de latín, porque ya lo ha comprado.
Esto no lo hago así por diversas razones, pero una de las más importantes es que intento recopilar los mínimos datos posibles de las personas.
En mi boletín no voy marcando a los usuarios con etiquetas para saber quién exactamente ha hecho clic en un enlace concreto.
Por eso también hace tiempo que no hago publicidad intrusiva en redes sociales.
Ni tengo en mis webs banners de esos que te persiguen por todas las webs por las que navegas desde hace un año.
Incluso hace ya tiempo que eliminé Google Analytics de mis webs porque la cantidad de datos que se recogen (y que de una forma u otra acaba en las garras de Google) es escandalosa.
Gracias a haber eliminado todas las cookies asquerosas de mis webs puedes navegar por ellas sin tener que ir aceptando los aún más repugnantes avisos de cookies: ¡porque no hay cookies que aceptar!
Hablando de cookies, es probable que sepas que en inglés significa ‘galleta (etc.)’. La palabra, en sus viajes por las lenguas germánicas, resulta ser un diminutivo de cake ‘pastel’, lo cual tiene mucho sentido.
Sorprendentemente, cake y cookie no están relacionadas con (to) cook ‘cocinar’.
Pero (to) cook sí está relacionado con el latín coquere ‘cocinar’, de donde el español «cocer».
Yo no tengo un curso de inglés, pero sí tengo un curso de latín.
¡Un saludo!
Paco
P. S. Y cuando ya sepas latín, podrás meterte en las profundidades de la lingüística histórica, comparar raíces, etc.