Mi relación con las redes sociales es agridulce.
Por la parte agria, intento entrar en ellas con la mínima frecuencia posible por el menor tiempo posible.
Pero por la parte dulce… resulta que casi siempre que me meto acabo con material para escribir algo.
Tuve un anuncio en el que promocionaba mi minicurso gratuito de latín. Ahí iba coleccionando comentarios de todo tipo.
Una persona escribió que por qué no estudiar mejor gaélico, que está desapareciendo.
Bueno.
Yo no tengo ningún problema con el idioma gaélico, ni con quienes lo hablan ni con quienes lo estudian o lo enseñan.
El gaélico me parece un idioma tan idioma como cualquier otro idioma. (Ya deberías saber que no hay idiomas mejores ni peores, ni más evolucionados ni más primitivos, etc.).
Entonces, ¿por qué no tengo un curso de gaélico? ¿Es que soy un hipócrita, diciendo que tan digno es el gaélico como el latín, pero enseño latín y no gaélico?
Simplemente, no enseño gaélico porque no sé gaélico.
Sí sé latín, y por eso enseño latín.
Por eso tengo un curso en el que puedes llegar a saber más latín que la mitad de los licenciados o graduados en Filología Clásica.
El curso es apto incluso si no te sabes el nauta, nautae; incluso incluso incluso si dices rosáe (de eso también se sale).
Es un curso de latín desde cero.
¡Un saludo!
Paco
P. S. En otro momento escribiré sobre otros comentarios más estelares.