Si estuviste prestando atención a los correos de hace ya bastante tiempo, recordarás las historias de Solón y Creso y la de Laocoonte.
Aunque no tienen nada que ver la una con la otra, sí que tienen algo muy importante en común.
Los maquiavélicos algoritmos de las redes sociales saben más de ti que tú, y eso lo saben analizando cada clic, cada like, cada reacción, cada compartir…
Si constantemente ves vídeos de perros, te mostrarán más vídeos de perros.
Si ayer viste dos o tres vídeos sobre historia, más de la mitad de lo que te mostrarán hoy serán más vídeos de historia.
Las redes sociales lo único que quieren es tu atención, y eso es porque quieren el dinero de los anunciantes: cuanta más atención tuya tengan, más anuncios te mostrarán y más dinero obtendrán.
Y para mantener tu atención te van a estar mostrando más de lo que ya han averiguado que te gusta.
Seguro que conoces a gente que no va al médico para que no le encuentren cosas, como si no saberlo significara que no está ahí.
Y al revés: gente que siempre lee noticias de la misma línea editorial (entiéndase: ideología) para no exponerse a puntos de vista diferentes.
Todo eso es sesgo de confirmación, y nos pasa a todos.
También le pasó a Creso, y también a los troyanos a los que Laocoonte trataba de advertir.
De eso ya se había dado cuenta César cuando decía aquello de los hombres creen de buen grado aquello que desean.
Bueno.
Tengo un vídeo donde trato del sesgo de confirmación, que es algo más filosófico-psicológico que filológico, pero ejemplificado precisamente con las historias de Solón y Creso y la muerte de Laocoonte.
¡Un saludo!
Paco
P. S. ¡Ojalá estas cosas me las hubieran contado a mí en el instituto!