Es posible que te suene el nombre de Tim Ferriss y/o su libro más conocido, La semana laboral de cuatro horas. (No voy a entrar a comentar lo acertado o verosímil del título).
A lo que voy es a un punto concreto.
Me imagino que este concepto-filosofía no lo inventó Tim, pero yo se lo leí por primera vez a él, así que a él se lo atribuyo.
Por lo general, a la gente le gusta estar informada de qué se cuece a su alrededor, qué pasa en el mundo, porque hay que estar informado, porque la información es conocimiento y el conocimiento es poder.
Solo que… ¿quizá no es así?
La idea parece tener sentido…
El problema es que, en este mundo que vivimos, no hay escasez de información, sino sobreabundancia de información tanto como de desinformación.
Incluso si la información es buena… ¿Necesitamos estar informados de todo? ¿Tenemos que conocer la opinión del perro del vecino?
El problema hoy en día es la sobreexposición a la información, la infoxicación y —ni que decir tiene— la exposición a contenidos polarizadores ofrecidos por los demoníacos algoritmos.
Volviendo a Tim Ferriss: él propone una especie de ayuno de información.
A la hora de la verdad, la mayoría de la información que hay por ahí es sumamente tóxica, y disponer de ella no afecta en absolutamente nada a nuestra vida ni —mucho menos— nos aporta nada positivo: lo único que hace es hacernos perder el tiempo y que nos cojamos un cabreo.
Por eso mi objetivo en LINGUOFILOS.com es formar una comunidad segura, sin basura, sin desinformación, sin toxicidad, donde poder interactuar con gente afín.
Gente dispuesta a aprender y enseñar, a participar, a compartir, a comportarse.
Gente que haga todo eso porque le salga de dentro, no porque un clic en el titular signifique imprimir 10 banners publicitarios.
Gente cuyas aportaciones y opiniones den gusto leer y alimenten ese gustirrinín que sentimos por las lenguas.
No más linguoplanismo.
No más cloacas de comentarios.
No más opiniones del perro del vecino.
¡Un saludo!
Paco
P. S. El libro de Tim es bastante mastodóntico y en mi sesgada opinión le sobra como el 80 % de las páginas, pero el resto tiene ideas jugositas.