El otro día me escribió un (ex)suscriptor del boletín.
Si les preguntas a los guruses de marketing sobre boletines y listas de correo, la mayoría va a decir que no debes mandar correos muy frecuentemente, porque entonces la gente se agobia.
Pero que tampoco debes mandar uno de Pascuas a Ramos, porque entonces la gente se olvida de ti.
Con esto último estoy totalmente de acuerdo: algunas veces me llegan boletines cuyo remitente ni reconozco de primeras, de tanto tiempo que hace que me suscribí.
Con aquello primero estoy totalmente en desacuerdo.
Si un boletín es entretenido y/o informativo y/o razonablemente rápido de consumir, quiero mi dosis diaria, si puede ser.
Sin embargo, sí que hay gente que acaba desuscribiéndose por el agobio y la angustia de no poder procesar un boletín diario, ver que se acumulan los correos en la bandeja de entrada, etc.
Este es el caso de este (ex)suscriptor.
Me dijo precisamente eso: que por cuestiones de la vida había decidido desuscribirse, pero ahora quería volver a suscribirse y estaba a la espera de volver a leerme.
Si tú disfrutas con el boletín, es probable que conozca a alguien más a quien le pueda venir bien: ¿lo recomendarías?
humanistasenlared.com/boletin
¡Un saludo!
Paco
P. S. ¿Por qué será «estar de acuerdo», pero «estar en desacuerdo»?