No es clickbait: realmente voy a hablar un momento de una publicación que se me hizo salvajemente viral, probablemente la que más en toda mi trayectoria interneteril.
Hice la misma publicación en Twitter, Instagram y Facebook. En las dos primeras, no hubo nada destacable: un puñado de corazones virtuales y algún compartir y poco más.
En cambio, en Facebook, la última vez que miré, la publicación había alcanzado a más de un millón de personas, con más de 80 000 reacciones, más de 3000 comentarios y compartida más de 37 000 veces.
—Pero, Paco, eso son las banitimétrics. ¿También tú?
Efectivamente, esas son las métricas vanidosas, pero incluso ahí hay un mensaje: a la gente le gustan las historias hermosas/interesantes/inspiradoras de griegos.
En este caso, se trataba de un resumen de la bella historia de amistad de Damón y Fintias, ahora que la gente estaba hablando tanto del tierno gesto de Nadal y Federer.
¿Habías oído/leído antes la historia de Damón y Fintias? Porque yo, antes de trabajar en ese capítulo, no.
Y sin embargo, casualmente, el otro día estaba escuchando el audiolibro de Jekyll y Hyde, y había una referencia a ella.
Me apena que los hispanos, siendo herederos de griegos y romanos mucho más directos que los anglosajones, tengamos menos tradición clásica que ellos.
(Tampoco es casualidad que yo ahora esté trabajando mucho y traduciendo libros anglosajones del siglo XIX, sin que haya, hasta donde sé, cosas similares de pluma hispanoescribiente).
¿Y dónde está esta historia? En La historia de los griegos.
¡Un saludo!
Paco
P. S. En formato electrónico y en papel.