Igual que las lenguas romances provienen del latín, el latín a su vez desciende del protoindoeuropeo.
También el griego desciende del protoindoeuropeo, y también el inglés, el ruso y el persa.
De su madre, cada una de las hijas conserva rasgos y pierde otros. (De lo contrario, todos hablaríamos la misma lengua).
El fin último del interesado en la lingüística histórica puede llegar hasta el pasado más remoto, indocumentado y, por tanto, reconstruido.
Quien se interesa por el español ha de conocer su evolución desde el latín, y entonces se puede seguir yendo hacia atrás en el tiempo para conocer la evolución del latín desde el protoindoeuropeo.
Justo de eso tengo un artículo. No es un artículo fácil.
Sí es un artículo interesante.
Incluso si el artículo es muy difícil y no entiendes todo, al menos tienes unos cuantos vídeos de por medio. Algo seguro que sacas.
El artículo se llama, transparentemente, «Principales cambios desde el protoindoeuropeo hasta el latín».
¡Un saludo!
Paco
P. S. Si consigues entender el 50 % del artículo, ya sabes más del tema que el 50 % de filólogos clásicos.