Hay muchas razones para abrir y tener un blog: para experimentar, como hobby, para compartir ideas, para tener exposición, para ganar dinero…
Si te fijas, en la lista (no exhaustiva) que acabo de dar hay varias razones para abrir —y con suerte tener— un blog. Las he expuesto en una especie de gradación.
Esta gradación no va, necesariamente, de peor a mejor, pero sí, probablemente, de un menor grado de compromiso y seriedad a uno mayor. ¿Deberías aspirar a llegar al último eslabón de esta cadena? Depende. ¿Es probable que llegues? Quizá. ¿Es razonable que llegues pronto? Probablemente no.
En fin, vamos a reflexionar: ¿por qué (y para qué) tener un blog?
Contenidos del artículo
¿Para quién escribo yo?
Al plantearme yo crear este curso y, en general, humanistasenlared.com, lo hice teniendo en mente al público objetivo que podría aprovechar lo que yo tenga que decir y me decida a contar:
- Humanistas: cualquier persona relacionada con cualquier disciplina humanística.
- Estudiantes de secundaria y bachillerato que estén planteándose estudiar una carrera universitaria relacionada con las humanidades.
- Universitarios que ya estén estudiando una carrera humanística o quieran cambiar desde otra rama.
- Recién graduados de estudios humanísticos.
- Cualquier otra persona que disfrute dedicando su tiempo a las humanidades.
Todas estas personas tienen algo muy obvio en común: su vínculo con las humanidades. Si estás en uno de estos grupos, ¡prosigamos!
¿Por qué empezar un blog de humanidades?
Si has llegado hasta aquí, es posible que ya hayas consumido otros contenidos relacionados con cómo empezar un blog. La mayoría de estos contenidos, probablemente, te habrán dicho que uno puede ganar dinero, ganarse la vida, con un blog y con contenidos en internet. ¿Posible? Sí. ¿Probable? Depende.
Ojo, no nos engañemos: es totalmente lícito ganar dinero con lo que haces al invertir tu tiempo (y tu propio dinero). ¡Si yo no tuviera expectativas de ganar dinero con humanistasenlared.com, probablemente no estaríamos aquí, para empezar!
Sin embargo, este curso de tener un blog no lo voy a plantear para que puedas obtener un rendimiento económico inmediato ni aun en el medio plazo, ni un sueldo decente ni aun un dinerillo extra.
Para ello, quiero que leas mi historia, para que veas que mi actual forma de ganarme la vida publicando contenidos en internet es el resultado de un larguísimo viaje que comenzó en los 90 y empezó a dar beneficios económicos casi 20 años más tarde.
Mi caso
Veamos, de forma muy resumida, mi caso.
Yo soy del 87. Cuando por fin tuve internet —en mis tiempos ni siquiera era frecuente que hubiera tan siquiera un ordenador en casa—, tuve muy claro que yo quería tener mi propia página web.
Mis primeras webs y blogs
Eran tiempos difíciles: mi primera web —o eso se suponía que era— la hice con Microsoft Word y solo podía visitarse en mi propio ordenador, pues ni siquiera disponía de un servidor donde alojarla. Aun así, algo aprendí.
Más adelante, encontré otro programa llamado Frontpage, y luego otro llamado DreamWeaver. Con ellos hice algunas otras webs (o, más bien, otra web que fue evolucionando en diversas fases). Junto a lo que ya sabía y lo que aprendí en esta nueva etapa, incluso conseguí que mis webs estuvieran realmente en internet y cualquiera pudiera visitarlas (aunque muy pocos lo hacían).
Incluso llegó un momento en que yo era el director de una web de videojuegos en la que escribían varias personas y las compañías nos enviaban juegos para probar y reseñar y nos invitaban a eventos. Por cuestiones que no vienen al caso, esta web quedó abandonada, pero me dio muchas alegrías y bastantes aprendizajes.
Por esta época también, WordPress estaba apenas arrancando. Con él, me creé un blog personal (afortunadamente desaparecido en la actualidad) y varias otras webs de temáticas que me interesaban por aquella época, también desaparecidas. Todos esos experimentos me sirvieron para iniciarme en el mundo WordPress, un viaje que aún continúa, varios lustros después.
El inicio de mi carrera en internet
En el 2008, ya en la universidad, empecé, por puro entretenimiento, delcastellano.com, mi blog sobre gramática histórica del español. Empezó siendo poco más que un blog con curiosidades lingüísticas que aprendía en clase. Un artículo ocupaba 200-500 palabras y escribirlo me llevaba una hora como máximo.
Muchos de esos primeros artículos fueron posteriormente, con el paso de los años, ampliados, totalmente reformados o incluso eliminados por completo, pues simplemente no estaban a la altura de mis actuales estándares.
Pero lo importante es que empecé ese blog y de forma más o menos continua fui publicando más y más artículos. Cada nuevo artículo se beneficiaba de los aprendizajes acumulados de los anteriores artículos.
Al principio, el blog lo leían cuatro desorientados, pero poco a poco fue ganando más visitas, reputación, posicionamiento en Google… con lo que entró en el deseado círculo virtuoso de más visitas, más reputación, mejor posicionamiento y vuelta a empezar.
El principio de mi negocio en internet
En algún momento, también durante la carrera, abrí otra web en la que simplemente iba publicando mis apuntes de gramática latina que había ido confeccionando en mis estudios de latín en bachillerato. En un principio, no era más que eso: apuntes de gramática latina.
No fue hasta bastantes años más tarde que esa web se convirtió en AcademiaLatin.com, el único sitio del internet hispanohablante donde aprender latín y griego desde cero hasta el nivel universitario, con teoría explicada en vídeo y prácticas de análisis y traducción en la pizarra, además de otras materias humanísticas como fonética y fonología o gramática histórica del español. (Como ves, ¡ya no es solo una academia de latín!).
Actualmente, AcademiaLatin.com supone mi mayor fuente de ingresos, lo que me permite vivir exclusivamente de los contenidos que creo y publico en internet.
¿Cuál es tu caso?
Cuanto más joven seas, mejor, pues más margen de maniobra vas a tener: dispones de más años antes del que, quizá, sea el objetivo último. Es posible, incluso, que aún no te lo plantees, pero puede que el blog que estás a punto de empezar sea el inicio de la verdadera carrera de tu vida, el proyecto que te permita vivir de lo que estudias, creas y publicas.
Pero no adelantemos acontecimientos…
(Incluso si eres, por ejemplo, graduado, lee las etapas anteriores, ya que también contienen enseñanzas).
Estudiante de secundaria o bachillerato
Aunque puede que seas una excepción, lo más probable es que aún no dispongas de conocimientos lo suficientemente profundos y estables como para que lo que crees esté destinado a perdurar.
¡Está bien! No te preocupes: ¡empieza a crear igualmente! No te creas eso de que eres un nativo digital. Empieza por aprender a manejarte de verdad con internet y con los ordenadores. Aprende a usar WordPress.
Practica la escritura y acostúmbrate a escribir. Es verdad eso de que a escribir se aprende escribiendo. No importa si lo que escribes es intrascendente. Lo importante es ir creando el hábito de escribir un poquito cada día: doblegar la temida página en blanco.
No es que yo me considere un gran escritor, pero sí que muchos grandes escritores coinciden en este consejo, así que repito una vez más: ¡practica y crea el hábito de escribir!
👉 Superconsejo: al entrenar el hábito de la escritura, es fundamental que consultes absolutamente todas las dudas que tengas en los diversos recursos gratuitos que tienes en internet. ¿Se escribe junto o separado? ¿Con tilde o sin ella? ¿Esta palabra significa lo que realmente creo que significa? ¿Estoy siendo demasiado pedante? ¿Podría usar una forma más sencilla de decir esto? ¡Todo esto es parte de tu entrenamiento!
Universitario
En la universidad deberías estar aprendiendo cosas que la mayoría de las personas no saben. No toda la gente a la que le interesa un tema se matricula en una carrera relacionada.
De hecho, la mayoría de gente a la que le interesa un tema se contenta con leer algún artículo en internet, ver unos vídeos en YouTube, si acaso se compra un par de libros o hacerse un curso por internet. Con eso les sobra y les basta.
¿Y quién ha de crear esos contenidos para los curiosos? Los que se dedican a eso, o sea, tú.
Crea contenidos sobre lo que estás viendo en clase, sobre lo que estás estudiando, sobre el trabajo que tienes que entregar… Si no lo estabas haciendo ya, ahora en la universidad deberías investigar: consultar, leer, estudiar bibliografía.
No te quedes solo con lo que se ha dicho en clase. Vete al programa de la asignatura y mira la bibliografía. Pregúntale al profesor por bibliografía específica sobre lo que quieres.
Recién graduado (más o menos)
Se supone que ya te has curtido lo suficiente durante la universidad. Después de haber preparado y defendido un TFE (sea TFG o TFM), ahora sí que sabes más sobre diversos temas que la mayoría de la población mundial.
Además, se supone que ha llegado la hora de la vida real, ¿no? Hay que trabajar, ganar dinero, pagar facturas. Probablemente tu trabajo no va a depender o consistir en el blog, pero igualmente puedes considerarlo un hobby que, llegado el momento y con algo de suerte, puede llegar a algo más.
Cuanto antes empieces, mejor.
Cualquier otro caso
Eh, ¡más vale tarde que nunca!
Lo más importante de todo esto
Sea cual sea tu caso y estés en la etapa de tu vida en la que estés, el mejor momento para empezar un blog es ahora.
Es fundamental que cojas el hábito de escribir y que empieces a hacerlo para encontrar tu estilo y tus intereses reales. También es importante que aprendas a encontrar el tiempo para escribir; ya sé que siempre hay una cosa más urgente-importante que hacer que sentarse a escribir: ¡ahí está el quid! Ve entrenando la disciplina.
Y todo esto… ¿para qué? Más allá de entrenarte cual pokémon, todo esto te va a ayudar a empezar a reunir una audiencia interesada en tus mismos gustos, una audiencia con menores conocimientos sobre la materia, una audiencia que te considerará su guía y su maestro.
Ya sé que hay miles de personas que saben más que tú, pero es que hay millones de personas que saben menos que tú y que estarán encantados de aprender lo que tú sabes a la vez que tú, al enseñarles, aprendes aún más.
Con todo esto te irás haciendo un nombre en tu mundillo: serás Pepe el que sabe de escultura o Ana la especialista en al-Ándalus.
Y cuando llegue el momento —si es que te empeñas en que llegue— y te decidas a intentar vivir de tus conocimientos y publicaciones, ya tendrás un cierto prestigio en tu ámbito, a una comunidad que te considerará experto en la materia… Cuando te llegue el momento, no partirás de cero, porque durante meses, preferiblemente años, has ido construyendo, muy poquito a poco, todo esto.
Últimas palabras, recapitulación y conclusión
Para bien o para mal, las circunstancias actuales no son las mismas que en los 90 ni la década del 2000… ¡Ni siquiera son las mismas que en 2015! Ahora todo ha cambiado muchísimo… ¡para bien!
Ya no necesitas saber código HTML ni subir cada actualización de tu web a través de FTP. (Sí, ya sé que suena complicado… ¡Lo he hecho queriendo!). Ahora es más fácil que nunca empezar un blog, crear vídeos, publicar un pódcast…
Yo empecé delcastellano.com como un mero pasatiempo para publicar las cuatro cosas que aprendía en la universidad. Como un subproyecto del todo irrelevante empecé lo que luego se convertiría en AcademiaLatin.com. Entre unas cosas y otras, ahora me gano la vida con lo que publico en internet.
Eso sí: ese momento llegó tras unos 20 años de empezar mi andadura. En todo ese tiempo he publicado, poco a poco, cientos y miles de contenidos en internet. Durante 20 años he ido, gota a gota, llenando el vaso, hasta que, finalmente, llegó la gota que lo colmó.
La gente no me para por la calle, pero en mi nicho soy un personaje conocido y de razonable influencia y autoridad. Como habrás leído en alguna red social, el respeto es bastante difícil de ganar y requiere mucho trabajo y constancia.
Empieza a escribir, a publicar. ¡Empieza a aprender a encontrar el momento para hacerlo! Dentro de unos años, las semillitas que empieces a plantar ahora se habrán convertido en un arbolito.
Va a merecer la pena. 💪