El argumento por aseveración es un tipo de falacia mediante la cual se dice que algo es verdadero (o falso) simplemente porque la persona lo dice, sin argumentar, dar pruebas o referencias externas, e incluso a pesar de las pruebas sólidas en contrario.
A menudo este tipo de argumentos se repite frecuentemente para dar mayor sensación de veracidad bajo el argumento de Goebbels de que una mentira repetida lo suficiente acaba convirtiéndose en verdad (manipulación). Si se repite demasiado, puede llegarse al argumentum ad nauseam.
Un ejemplo:
Las pruebas son cada vez más concluyentes: este proceso no se originó en el latín.
Carme Huertas en No venimos del latín
Contenidos del artículo
Subtipos de argumentos por aseveración
Explicada la idea general, podemos ver más detalles sobre argumentos falaces similares que parten del principal.
Las pruebas/estudios/expertos fantasma
Se hace referencia a «las pruebas» o, más a menudo, a «estudios», «investigaciones» o «expertos»; normalmente se les añaden adjetivos como «recientes», «nuevos», «reveladores»…
Basarse en pruebas, estudios, investigaciones y expertos es óptimo, pero naturalmente esas pruebas, estudios, investigaciones y expertos deben existir; y, si existen, para que todos podamos ver la información, deben citarse o al menos resumirse.
Como demuestran recientes investigaciones, el cambio lingüístico a nivel de estructuras morfosintácticas es un proceso muy lento.
Carme Huertas en No venimos del latín
Lamentablemente, cuando se hace referencia a «las pruebas», «estudios», «investigaciones», «expertos», etc., y no se da ninguna referencia, la verdad suele ser que no existen y, por tanto, estamos ante un argumentum ex culo.
A veces «las pruebas» sí —vamos a decir— existen, pero se trata igualmente de pruebas ex culo. En cuanto a los expertos, puede resultar que esos expertos no sean tales (p. ej. un ingeniero hablando de lingüística), o que se trate de reconocidos magufos, pseudolingüistas, nacionalistas, etc.
Hay otras referencias antiguas que apuntan en la misma dirección y que relacionan a los rumanos con los tracios, los dacios y los getas. […] Así pues los primeros estarían establecidos en la Europa central y una tribu de los segundos se desplazaría hasta el Lacio y daría origen a los latinos. Otra referencia de la que deseamos dejar constancia son los libros del Dr. Lucian Iosif Cueşdean, que lleva más de veinte años investigando y que ha descubierto que las tribus getas se expandieron por toda Europa llegando incluso a la India.
[…]
De acuerdo con Cueşdean, actualmente hay unos 80 millones de personas en la región de Punjabi, India, que hablan una lengua parecida al rumano lo cual le permite establecer que el rumano es más antiguo que el latín. La conclusión es que, en tiempos inmemoriales, se hablaba en Europa una única lengua común, emparentada con el rumano o con el dacio hablado por los getas, que dio origen a las lenguas indoeuropeas, incluyendo el latín.
[…]
el investigador Lucian Iosif Cueşdean afirma que el rumano es la lengua más vieja de Europa y ha llegado, desde el rumano, a conclusiones similares a las que presentamos en este libro.
Carme Huertas en No venimos del latín
Ley de Danth
Básicamente, hace referencia a autoproclamarse vencedor. Casi siempre que alguien se autoproclama vencedor (por supuesto, sin razones), suele ser mediante el método de las palomas: cagarse en la mesa, pisotear la mierda con pavoneo y luego echar a volar triunfante.
Lógicamente, que alguien se autoproclame vencedor no quiere decir que realmente sea vencedor. De hecho, suele ser lo contrario: quien se declara vencedor sin argumentos válidos suele ser el perdedor.
La ley de Danth suele entrar en juego en discusiones en las que una parte da sus argumentos, la otra persona los ignora repetida y conscientemente —ya sea a propósito o por verdadera ignorancia y no ser capaz de comprenderlos— y simplemente declara su victoria.