
Las aventuras del poderoso héroe Teseo comienzan cuando su madre le encomienda una sencilla pero a la vez difícil misión: levantar una roca y llevarle lo que hay debajo. Tras años intentándolo, finalmente lo consigue, por lo que su madre le revela sus orígenes y su destino: ser el rey de Atenas.
Durante el camino entre su humilde pueblo y el palacio del rey de Atenas tendrá que enfrentarse a crueles aniquiladores de hombres y otros monstruos, incluido el famoso Procusto y su misteriosa cama.
Finalmente llega a su destino, donde le aguardan el rey Egeo y la poderosa hechicera Medea. Allí descubre la maldición que asola Atenas y decide enfrentarse al mayor de los peligros para liberar del mal la hermosa ciudad: ir a Creta y derrotar al monstruoso Minotauro, que vive en el laberinto que Dédalo construyó bajo las órdenes del sabio rey Minos. Esta misión solo podrá llevarla a cabo gracias a la ayuda de la princesa Ariadna.
Basado en el relato de Charles Kingsley, este libro cuenta la historia y las aventuras de Teseo, uno de los más importantes relatos de la mitología griega. Al contrario que la mayoría de la literatura juvenil sobre mitos griegos (que suelen limitarse a compilar resúmenes de muchos personajes o mitos), este libro presenta un relato cohesionado de extensión adecuada para jóvenes (¡y adultos!), todo ello narrado vivamente sin necesidad de recurrir a imágenes.
Índice de contenidos
El libro, de unas 10 000 palabras de extensión, tiene los siguientes capítulos:
- La roca misteriosa
- Teseo consigue su primera victoria
- Teseo derrota a los crueles aniquilahombres
- La extraña cama de Procusto
- Teseo llega al palacio de su padre
- Teseo descubre la maldición de Atenas
- Teseo se enfrenta al Minotauro
- El final de Teseo
Muestra gratuita
Odio cuando tengo que comprar cosas a ciegas. Por eso quiero que, antes de gastarte un céntimo, puedas ver (además del índice de contenidos, que ya lo acabas de ver) una muestra del contenido y del estilo.
Este es el primer capítulo, «La roca misteriosa»:
Había una vez en la región de Trecén una princesa llamada Etra, que era la hija del rey Piteo. Había tenido un hijo, llamado Teseo, el muchacho más valiente de los alrededores. La única alegría de Etra era su hijo, que era su sola razón para sonreír, pues su marido la había abandonado y vivía muy lejos.
A menudo, Etra subía a la montaña que había en Trecén, al templo de Poseidón, y allí se pasaba todo el día sentada mirando hacia la bahía, por sobre Metana, en dirección a los morados picos de la isla de Egina y la costa del Ática aún más allá.
Cuando Teseo fue ya adolescente, Etra lo condujo consigo al templo y lo llevó a los matorrales que crecían en el jardín. Fueron bajo la sombra de un árbol bastante alto, donde crecían al resguardo del sol madroños, lentisco y brezo azulado. Allí, Etra suspiró y dijo:
—Teseo, hijo mío, ve a aquellos arbustos, y allí cerca del árbol verás una gran roca plana. Ya eres casi un hombre, más fuerte que cualquier otro, así que levanta la roca y tráeme lo que encontrarás debajo.
Entonces Teseo se metió entre los arbustos y vio que nadie había estado por allí en muchos años. Buscando entre las raíces finalmente encontró la gran roca, toda llena de hiedras, acanto y musgo. Intentó levantarla, pero no pudo. Volvió a intentarlo, hasta que el sudor empezó a recorrerle la frente y de vergüenza le caían lágrimas por las mejillas; pero por mucho que se esforzó no fue capaz de levantar la roca. Finalmente volvió con su madre y le dijo:
—He encontrado la roca, pero no he podido levantarla, ni realmente creo que ningún hombre en Trecén sea capaz de hacerlo.
Etra lo cogió de la mano, fueron al templo y rezaron, y entonces se marcharon a casa. Cuando pasó un año, hicieron exactamente lo mismo: subieron, Teseo intentó levantar la piedra, pero no pudo, y entonces fueron al templo a rezar y luego volvieron a casa. Aguardaron un año más, y volvió a ocurrir igual, y así varias veces.
Tras varios años de intentarlo, Teseo deseaba preguntarle a su madre por el significado de aquella roca y de lo que pudiera haber debajo, pero su rostro estaba siempre tan triste que no se atrevía a preguntarle. Por tanto, Teseo se dijo: «Llegará el día en que levante esa roca, aunque nadie más en Trecén pueda».
Y para obtener la fuerza necesaria pasaba todo el día entrenando lucha, boxeo, lanzamiento, domesticaba caballos, cazaba jabalíes, se dedicaba a pasar cabras y ciervos por entre los acantilados… hasta que llegó el día en que no había ningún cazador más ágil que Teseo. Por entonces dio la casualidad de que había por las llanuras de los alrededores un peligroso monstruo, la cerda de Cromión, que devastaba los campos y aterrorizaba a los habitantes.
Nadie se atrevía a intentar siquiera expulsarla, mucho menos matarla, hasta que Teseo fue hasta allí y la cazó, y entonces la gente empezó a creer que los dioses debían de estar de su parte.
En su decimoctavo cumpleaños, Etra lo llevó una vez más al templo y dijo:
—Teseo, hoy es el día en que levantarás la roca.
Teseo fue a los arbustos y se quedó mirando la roca un momento; entonces, tiró de ella y la movió. El corazón se le hinchó en el pecho y volvió a dar otro tirón, y ahora ya sí la pudo levantar y la tiró hacia un lado con un gran grito.
Y lo que había estado escondido bajo ella todo este tiempo era una espada de bronce con la empuñadura de resplandeciente oro, y junto a ella había un par de sandalias de oro. Cogió la espada y las sandalias, salió a toda prisa de entre los matorrales y saltó a los brazos de su madre, sosteniendo aquellos trofeos bien alto sobre la cabeza.
Pero cuando ella los vio empezó a llorar tratando de no hacer ruido y cubriéndose la cara en el velo. Teseo se quedó a su lado extrañado, y también empezó a llorar, pero no sabía muy bien por qué. Cuando Etra ya no pudo llorar más, se puso el dedo en los labios y dijo:
—Escóndelas entre tus ropas, Teseo, hijo mío, y vamos a algún punto alto desde donde podamos contemplar el mar.
Salieron del recinto sagrado del templo y contemplaron el mar, y Etra dijo:
—¿Ves esas tierras que están debajo?
—Sí: es Trecén, donde nací y me crie.
—Sí, y es una región pequeña, árida y rocosa, y da al desolador noreste. ¿Ves aquella tierra de más allá?
—Sí: es el Ática, donde está Atenas y viven los atenienses.
—Sí, y es una región hermosa y grande, hijo mío, y da al soleado sur. Es una tierra de olivos y miel, deleite de dioses y hombres; y es que los dioses la han ceñido de montañas, cuyas vetas son de plata pura, y hay mármol blanco como la nieve, y allí las colinas huelen a tomillo y albahaca, y los valles, a violetas y asfódelos, y los ruiseñores cantan todo el día entre los arbustos junto a los arroyos que fluyen sin parar. Hay doce ciudades bien pobladas, los hogares de un antiguo linaje, los hijos de Cécrope, el rey serpiente, el hijo de la madre Tierra. ¿Qué harías, Teseo, hijo mío, si fueras el rey de una tierra como esa?
Entonces Teseo se quedó asombrado y miraba a través del brillante ancho mar, y veía la hermosa costa del Ática, desde Sunio hasta el monte Himeto y el Pentélico y todos los demás montes que rodean Atenas; pero la propia Atenas no era capaz de verla, pues la purpúrea isla de Egina estaba en medio del mar y le tapaba la vista.
A Teseo se le hinchó el corazón y dijo:
—Si yo fuera rey de una tierra como esa, la gobernaría sabiamente y con poder, de modo que, cuando muriera ya muy anciano, todos los habitantes lloraran sobre mi tumba y gritaran: «¡Ay, qué lástima, se nos ha ido nuestro pastor!».
Etra sonrió y dijo:
—Entonces, coge la espada y las sandalias y ve ante Egeo, el rey de Atenas, que vive en la colina de Palas, y dile: «He venido a anunciarte que he levantado la roca»; entonces muéstrale la espada y las sandalias, y verás qué te aguarda.
Pero Teseo dijo, llorando:
—¿Y he de dejarte aquí, madre?
Y ella respondió:
—No llores por mí: lo que han escrito los hados ha de ocurrir, así que el llanto déjalo para aquellos que no hacen otra cosa que llorar. Yo pasé mi juventud llena de tristeza, y llena de tristeza he pasado toda mi vida como mujer; ya fui triste en mi juventud a causa de Belerofonte, el que mató a la Quimera y a quien mi padre echó traicioneramente, y he sido triste por culpa de tu padre. ¡Y también será triste mi vejez (pues en sueños puedo verla), cuando me lleven prisionera al valle del río Eurotas y vaya como esclava por los mares! Pero habrá venganza cuando los héroes de rubios cabellos naveguen contra Troya y saqueen los palacios de Ilión; entonces mi hijo me liberará de la esclavitud y podré escuchar las historias del famoso Teseo.
Y entonces Etra besó llorando a Teseo, se metió en el templo, y ya no volvieron a verse nunca más.
El héroe Teseo, de Charles Kingsley y Paco Álvarez
Dónde comprarlo
Puedes comprar la versión en papel 📘 o en formato ebook 📱 (Amazon.es 🇪🇸).
Disponible también en Amazon.com 🇺🇸 | Amazon.com.mx 🇲🇽 | Amazon.it 🇮🇹 | Amazon.de 🇩🇪 | Amazon.fr 🇫🇷 | Amazon.co.uk 🇬🇧 | Amazon.ca 🇨🇦 | Amazon.com.au 🇦🇺
🎁 Puedes leer el ebook sin costo con Kindle Unlimited. Para ello, sigue los siguientes pasos (¡por este orden!):
- Inscríbete a la prueba gratuita de 30 días de Kindle Unlimited
- Solicita la lectura del ebook en el botón amarillo Leer ahora
* Si tu tienda no es Amazon.es, simplemente haz lo mismo desde tu tienda local (Amazon.com, Amazon.com.mx, Amazon.it, Amazon.de, etc.).
humanistasenlared.com participa en los programas de referidos/afiliación de terceros como Amazon o Audible. En calidad de afiliado de Amazon, obtengo ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables. Esto no supone ningún costo adicional para ti.
Por el momento (y no espero que esto cambie próximamente) el libro solo puede adquirirse a través de Amazon. Disculpa si no está disponible en tu país.
Algunas respuestas
Quizá tengas preguntas. Aquí las respuestas.
¿El libro es para niños?
Efectivamente, el libro es para niños, a partir de unos 9 años.
¿Hay dibujos o imágenes?
El interior del libro es todo texto. La única imagen que hay es la de la portada.
¿Cómo va de políticamente correcto?
El relato se basa de forma bastante fidedigna en un mito antiquísimo, así que por supuesto los héroes son fuertes y valientes, y las mujeres tienden a ser hermosas y menos… independientes. Aun así, he procurado reducir cualquier detalle políticamente incorrecto o de otros tiempos al mínimo imprescindible para no desvirtuar la historia.
En prácticamente todo momento el relato está centrado en Teseo. Hay una breve aparición de Medea, en la que intenta envenenar a Teseo y finalmente tiene que salir huyendo. En cuanto a Ariadna, apenas aparece, y es básicamente para prestarle su ayuda en el laberinto y para hablar de su abandono en la isla de Naxo.
¿Puedo probar antes de comprar?
Sí: prueba este fragmento con el primer capítulo completo para ver si es el estilo que esperas.
¿Necesito un dispositivo específico para el formato ebook?
No es necesario que tengas un dispositivo Kindle: puedes descargar en tu teléfono, tableta u ordenador la aplicación gratuita de Kindle para leer ahí la obra.
¿Qué diferencia hay entre la versión digital y en papel?
Además de la obvia, ninguna: el contenido en ambas versiones es idéntico.
Si te interesa el tema económico, mi parte de beneficios es la misma en la versión digital y en papel (céntimo arriba, céntimo abajo).
No puedo/quiero comprar en Amazon
El libro es autoeditado y autopublicado y por el momento solo está disponible en Amazon porque es ahí donde lo he autopublicado. Por el momento no tengo pensado publicarlo en ninguna otra plataforma. 🤷♂️
¿Tienes más?
De hecho, ¡sí! Desde humanistasenlared.com/libros puedes ver todo lo que tengo publicado, pero te lo pongo más fácil.
Estos son los libros juveniles sobre mitología griega que tengo publicados por ahora (¡más en camino!):
Para adultos (y jóvenes interesados):
¡Y también sobre historia del mundo clásico!
Y como no solo de clasiqueo vive el hombre, también tengo leyendas medievales adaptadas para todos los públicos:
- La leyenda de Beowulf
- La leyenda de Roncesvalles
- La leyenda de Guillermo Tell y los libertadores de Suiza
- La leyenda de Robin Hood
- La leyenda del rey Arturo (medio plazo)
¡Y ahora vamos más allá en la historia!