Como todo el mundo sabe, si alguien comienza su intervención con «Yo no soy racista, pero», está a punto de decir algo racista (cámbiese «racista» por «homófobo», «sexista», «machista», etc.) en el 99 % de los casos.
Aunque «Yo no soy filólogo/lingüista, pero…» pueda parecer lo mismo, no necesariamente lo es. De hecho, suele funcionar como una especie de captatio benevolentiae, ya sea genuina (la persona reconoce que no es especialista y se disculpa de cualquier potencial imprecisión o error), ya sea por falsa modestia.
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Bifurcación de opciones
En la mayoría de los casos, la persona suele continuar el discurso con uno de dos tipos de aseveraciones. Veámoslo más detalladamente.
… pero {pseudolingüística}
La persona revela, a menudo simplemente repitiendo como un papagayo, algún dato, razonamiento o argumento pseudolingüístico (normalmente por haber visto un vídeo de YouTube de algún pseudolingüista).
Por ejemplo:
Yo no soy filólogo/lingüista, pero si el español se parece más al francés que al latín y el latín se parece más al alemán que al español, las lenguas romances no pueden provenir del latín.
Sin más datos ni contexto que indiquen lo contrario, esta persona no debe ser ridiculizada, pues lo más probable es que simplemente no tenga (in)formación suficiente como para no creerse la argumentación falaz del pseudolingüista de turno. Esta persona es una víctima más de desinformación, a la que hay que tratar de rescatar con datos lingüísticos.
… pero {Lengua de primaria}
Ya sea con cierto sarcasmo o genuinamente, la persona revela un dato lingüístico que cualquiera sabe.
Yo no soy filólogo/lingüista, pero diría que «cabeza» se escribe ‹b›.
Yo no soy filólogo/lingüista, pero diría que ese [aˈβeɾ] es con hache y con be (‹haber›).
Sí es cierto que a veces la información puede llegar a ser de un nivel superior a primaria:
Yo no soy filólogo/lingüista, pero diría que es «estar seguro de que», no «estar seguro que».
(Todo esto sin perjuicio de que la información acabe siendo errónea, obsoleta, etc.).
No hace falta ser filólogo/lingüista
Es muy importante tener en cuenta que, salvo contadísimas ocasiones (si es que realmente hay alguna), no hace falta ser filólogo ni lingüista (titulado, se entiende) para hablar de filología/lingüística.
Lo importante para hablar de filología/lingüística es saber, como mínimo, los fundamentos de la filología/lingüística. A partir de ahí, lo ideal es que, si uno habla p. ej. de gramática histórica, conozca al menos los fundamentos de la gramática histórica, etc.
De hecho, tratar de desacreditar a alguien por el simple hecho de no tener un título en filología, lingüística, etc., es una forma de argumentum ab auctoritate, de titulitis e incluso de ad hominem, dependiendo de cómo se formule la repulsa.
Sí que, por simple estadística, lo más probable es que un filólogo sepa más de filología que alguien que no lo es, pero esto no es de ninguna forma conclusivo ni tan siquiera necesariamente verdad, según quién sea el filólogo y quién sea el no filólogo en cuestión.