En el capítulo anterior hablé del lanzamiento de AcademiaLatin.com: lo que había hecho antes y durante y mis expectativas absolutamente no cumplidas. En esta ocasión hablaremos de mi mejorable estrategia con el boletín.
Como ya he dicho anteriormente, yo tenía muy claro que no quería que me pasara como a los guruses americanos que siempre decían lo mismo: que su peor error al comenzar fue no tener una lista de correos.
La primera vez que gasté dinero en comprar un plugin de WordPress fue para la ocasión con Thrive Leads, responsable de tantos molestos popups que te aparecen en medio de la lectura para captar tu correo a cambio de ofrecerte un recurso absolutérrimamente gratuito pero que potencialmente va a cambiar tu vida.
Y precisamente ahora tenemos que hablar del famoso e infame lead magnet. Esto es algo en lo que los guruses también hacían mucho hincapié: en que tienes que ofrecer un lead magnet de valor a cambio de que la gente se suscriba a tu boletín. Básicamente, el lead magnet es el típico pdf de regalo de bienvenida que al final nadie lee, a menudo consistente en un artículo de blog convertido a pdf, o algo del estilo.
Los guruses, en su explicación de qué era y cómo debía ser el lead magnet, usaban palabras y expresiones como «soborno», «irresistible», «alto valor añadido», etc. En mi cabecita, nada podía haber más irresistible y de más alto valor añadido que uno de mis cursos de forma absolutamente gratuita.
Por tanto, mi estrategia de captación fue algo así como lo siguiente: apúntate al boletín semanal de lenguas para recibir recursos y enlaces de interés cada semana y acceso gratuito a mi curso de acentuación en cuanto inaugure AcademiaLatin.com.
Más por el acoso de los popups de Thrive Leads que por el reclamo, lo cierto es que la lista iba acumulando suscriptores a un ritmo bastante alto y para el momento del lanzamiento podía haber unas 2000 personas apuntadas al boletín.
Otra cosa que yo había aprendido de los guruses era que es buena práctica, en el correo de bienvenida, decirle al nuevo suscriptor que te responda con sus inquietudes, qué cosas le interesan, cómo le puedes ayudar, etc.
Esto tiene un par de finalidades principales: conocer mejor a tu público y entrenar tanto a los sistemas de correo para que no clasifiquen tus mensajes como spam ni publicidad (porque la gente no responde ese tipo de correos) como a los usuarios para que interactúen desde el principio y vayan cumpliendo llamadas a la acción desde el principio y cuando llegue el momento cumplan la de comprar.
No estoy diciendo que esto sea incorrecto, pero es sumamente fácil que se vaya de las manos, como me pasó a mí, pues frecuentemente me escribía gente contándome su vida en correos interminables. Como además yo decía que iba a responder todos los correos, esto podía llegar a consumir bastante tiempo.
Aun así, todo esto sería una parte más de la siembra que luego, con la inauguración, cosecharía…
En resumen, mi estrategia con el boletín era la siguiente:
- Captar suscriptores mediante popups bastante intrusivos con la promesa de enviar semanalmente enlaces a artículos y recursos de interés sobre lenguas, y cuando se inaugurara AcademiaLatin.com acceso gratuito al curso de acentuación.
- Mantener la lista a buena temperatura con el correo semanal.
- Llegado el momento, avisar de la inauguración para que la gente se registrara en AcademiaLatin.com con la excusa del curso gratuito y, una vez dentro, fuera más probable que se acabaran apuntando a los cursos de pago.
Cuando llegó la hora de la verdad, se apuntaron unas 700 personas al curso gratuito de acentuación, lo que en una lista de 2000 personas supone un 35 % de conversión. El problema era que a los contenidos de pago se apuntaron muy pocas personas: 3, el primer día, y en el periodo que podemos considerar de lanzamiento quizá unas 10 (0,5 % de conversión).
Los entendidos dicen que una conversión del 1 % es aceptable, pero que menos que eso es baja. Si además tenemos en cuenta que el precio era de 5 €, 5 € × 10 usuarios = 50 €, una cantidad bastante irrisoria. Por supuesto, al principio es normal que los ingresos sean más bien bajos y que con el paso del tiempo vayan creciendo, pero no es exagerado aseverar que 50 € al mes es una cantidad sumamente baja y descorazonadora.
Dicen también los entendidos que el Excel lo aguanta todo. Yo no usaba Excel, pero sí tenía un plan que en mi cabecita no tenía fisuras: si tengo unas 2000 personas apuntadas al boletín, a estas personas les interesan las lenguas, y yo voy a ofrecer contenidos de lenguas, no es descabellado que varias decenas de personas se apunten. Acabamos de ver que no fue así.
Un análisis rápido de qué había ido mal y por qué:
- La lista era en general de baja calidad, reunida a golpe de popup.
- Lo que yo ofrecía gratis en el boletín no estaba realmente alineado con lo que ofrecía de pago en AcademiaLatin.com, incluso si pudiera parecer que sí: «lenguas» es una temática supergenérica, y quien está interesado en enlaces a artículos de divulgación que aparecen en periódicos generalistas y en un curso de acentuación lo más probable es que no esté al nivel de ponerse a aprender lingüística o indoeuropeo, que era lo que yo estaba ofreciendo en AcademiaLatin.com.
- Era 2016, una época en la que sí que había gente ya pagando por contenidos en internet, pero ni de lejos al nivel de ahora.
No digo que absolutamente todo fuera negativo: cada experiencia y cada pasito en el camino va sumando a la historia y, aunque con muchos tropiezos, todo ha acabado llevándome adonde estoy ahora, que es un lugar del que no me puedo quejar.
En el próximo episodio hablaremos de cómo era mi rutina de trabajo para crear, publicar y dar a conocer mis contenidos, y de por qué me alegro de haberlo hecho, pero quizá no lo recomendaría ahora a mi yo del pasado.
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